Video 2 Impresión general del paciente

Video 2 Impresión general del paciente

Resumen Breve

El video explica la importancia de la impresión general en el examen físico del paciente. Este proceso, que se perfecciona con la experiencia, incluye la evaluación del estado de conciencia, la actitud o postura, el hábito (aunque con menor relevancia actual), las fases, el grado de nutrición y el estado de hidratación. La impresión general permite al profesional orientarse rápidamente sobre la condición del paciente, distinguir entre casos agudos y crónicos, y evaluar la gravedad de la afección.

  • La impresión general es un primer vistazo que permite una evaluación rápida del paciente.
  • Incluye la evaluación del estado de conciencia, actitud, hábito, fases, nutrición e hidratación.
  • La experiencia del profesional es clave para interpretar correctamente los hallazgos de la impresión general.

Introducción a la Impresión General

La impresión general es un componente crucial del examen físico que se basa en la inspección y palpación. Con la experiencia, esta evaluación puede llevar al diagnóstico o a determinar si el paciente presenta una condición aguda o crónica, así como la gravedad de su estado. La impresión general es lo que los profesionales llaman el "primer vistazo", que incluye varios elementos evaluados de manera un tanto arbitraria, pero que son fundamentales.

Estado de Conciencia: Nivel y Contenido

El estado de conciencia se evalúa al inicio del interrogatorio, antes del examen físico, para jerarquizar los datos obtenidos. Se consideran dos aspectos: el nivel de conciencia, que depende del sistema activador reticular ascendente (SARA), determinando si el paciente está despierto, somnoliento, en estupor (despierta con estímulo pero vuelve a dormirse) o en coma (no responde a estímulos). Además, se evalúa el contenido de la conciencia en pacientes despiertos o somnolientos, verificando su orientación auto y alopsíquica (persona, lugar y tiempo) mediante preguntas sobre su identidad, ubicación, fecha, etc. Un paciente vigil y orientado se considera lúcido, mientras que la desorientación con vigilia se denomina confusión, y con somnolencia, obnubilación.

Actitud o Postura del Paciente

La actitud o postura del paciente se observa en bipedestación, evaluando la armonía de los segmentos corporales. Una actitud descompuesta puede indicar patologías específicas, como la actitud parkinsoniana o la actitud en segador (hemipléjico). En pacientes sentados, la actitud de plegaria mahometana (inclinado hacia adelante con una almohada en el pecho) sugiere derrame pericárdico, ya que mejora la mecánica respiratoria. La ortopnea, donde el paciente se sienta al borde de la cama sin poder acostarse, es característica del edema agudo de pulmón cardiogénico. En pacientes acostados, se evalúa el decúbito, que puede ser activo (posición adoptada por el paciente) o pasivo (incapacidad de modificar la posición).

Hábito del Paciente: Longilíneo y Brevilíneo

El hábito, que antes se consideraba relevante para identificar predisposiciones a ciertas patologías, ha perdido especificidad. Se distinguen dos tipos básicos: el hábito longilíneo (predominio de altura y delgadez) y el hábito pícnico o brevilíneo (baja estatura y amplitud del tórax y abdomen). Debido a su falta de especificidad, el hábito no se considera un elemento determinante en la impresión general.

Facies: Componente Clave de la Impresión General

Las facies son un conjunto de elementos estructurales y emocionales que dan aspecto al rostro. La evaluación de las facies es muy útil para profesionales con experiencia, ya que ciertas facies identifican patologías específicas, como las facies cushingoide (síndrome de Cushing) o las facies parkinsonianas (síndrome de Parkinson).

Grado de Nutrición: Índice de Masa Corporal (IMC)

El grado de nutrición es difícil de evaluar y requiere datos antropométricos y de laboratorio. Para la historia clínica, se utiliza el índice de masa corporal (IMC), que es el cociente entre el peso y el cuadrado de la altura. Aunque no es muy específico, el IMC proporciona una orientación general sobre el estado nutricional del paciente.

Estado de Hidratación: Signo del Pliegue y Edema

El estado de hidratación evalúa el volumen del líquido extracelular en el compartimento intersticial. La depleción de volumen (deshidratación) se manifiesta con el signo del pliegue, que consiste en pinzar la piel y observar si el pliegue persiste al soltarlo (aunque pierde especificidad en adultos mayores por la pérdida de elasticidad). La sequedad de las axilas y la lengua también son indicativos de depleción de volumen. La hipotensión ortostática puede sugerir una pérdida del 15-20% del volumen. El aumento del volumen extracelular se manifiesta con edema, evaluado mediante el signo de la fóvea o Godet, que consiste en presionar la piel sobre una superficie ósea y observar si queda una depresión persistente. La búsqueda de edema se realiza en tobillos, tibia y dorso del pie en pacientes ambulatorios, y en el sacro en pacientes encamados. En decúbito dorsal prolongado, el líquido puede desplazarse hacia los flancos, donde se evalúa mediante el signo del pliegue para detectar exceso de líquido.

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