Breve Resumen
El video ofrece un análisis detallado de la Revolución Francesa, desmintiendo mitos comunes y presentando una visión más compleja y matizada de este evento histórico. Se examinan las causas económicas, sociales y políticas que llevaron a la revolución, así como los diferentes actores y facciones que participaron en ella.
- Crisis económica y hambruna generalizada
- Descontento social y auge de las ideas ilustradas
- Toma de la Bastilla y el inicio de la Revolución
- Abolición del feudalismo y Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
- Radicalización de la revolución y el ascenso de los jacobinos
- Guerra contra las potencias europeas y la caída de la monarquía
Introducción
El video comienza señalando que la Revolución Francesa, a menudo idealizada como una lucha por la libertad, la igualdad y la fraternidad, fue en realidad un evento mucho más complejo y violento. Fue una lucha orquestada por la burguesía, que luego cayó en manos de radicales, lo que llevó a un período de violencia y caos. A pesar de los ideales iniciales, la revolución terminó con una serie de dictaduras y el surgimiento de un emperador con más poder que los reyes anteriores. Sin embargo, la revolución también contribuyó a la difusión del liberalismo, la soberanía popular y los principios democráticos, y fue el germen del nacionalismo en Europa.
0. Causas y Antecedentes (1783-1789)
La Revolución Francesa fue el resultado de una combinación de causas económicas, sociales y políticas. Económicamente, Francia estaba en una profunda crisis debido al despilfarro de la monarquía y su participación en guerras costosas. El clima también jugó un papel, con la erupción del volcán Laki en Islandia en 1783 que provocó malas cosechas, escasez de alimentos y miseria. Socialmente, la rígida división en tres estados (clero, nobleza y tercer estado) generó resentimiento, ya que el tercer estado, que pagaba la mayoría de los impuestos, se sentía oprimido. Políticamente, Francia era una monarquía absoluta con una administración centralizada y poco representativa, y los Estados Generales no se habían convocado desde 1614. Las ideas de la Ilustración se extendieron entre la burguesía, que buscaba una representación justa y el fin de los privilegios. En la primavera de 1787, una crisis debido a las malas cosechas golpeó Francia, y aunque el rey Luis XVI intentó implementar reformas, se enfrentó a la oposición de los nobles. Finalmente, el rey convocó a los Estados Generales para abordar la crisis financiera.
1. Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791)
Los Estados Generales se reunieron en Versalles en mayo de 1789, pero pronto surgió un conflicto sobre el sistema de votación. El tercer estado exigió el voto por cabeza, mientras que el clero y la nobleza se negaron. Ante el estancamiento, el tercer estado formó la Asamblea Nacional, invitando a miembros de los otros dos estados a unirse. El rey intentó cerrar la sala de reuniones, pero los miembros de la Asamblea se trasladaron al frontón de Versalles, donde hicieron el Juramento del Juego de Pelota, comprometiéndose a redactar una Constitución para Francia. Finalmente, el rey cedió y ordenó a todos los estamentos unirse a la Asamblea Nacional. Sin embargo, la destitución del ministro Necker provocó la ira popular, y el 14 de julio de 1789, los rebeldes tomaron la Bastilla, marcando el inicio de la Revolución Francesa. La revolución se extendió por toda Francia, y la Asamblea Nacional abolió el feudalismo y aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
2. Asamblea Nacional Legislativa (1791-1792)
El 1 de octubre de 1791, se reunió por primera vez la Asamblea Legislativa, compuesta por 745 diputados. Los girondinos, liderados por Brissot, buscaban el enfrentamiento bélico con todo aquel que se opusiera a la revolución, ya fueran fuerzas internas o los reinos de toda Europa. El rey Luis XVI vetó leyes contra los nobles emigrados y los curas refractarios, lo que provocó el cabreo de muchos en la asamblea. Los girondinos le estaban dando al rey lo que él tanto quería, una guerra. El 20 de abril de 1792 comenzó la guerra de la primera coalición. El 10 de agosto de 1792, los jacobinos liderados por Dantón asaltaron el ayuntamiento y declararon el fin de la corporación, proclamando una nueva forma de comuna, la comuna insurreccional de París. Tras eso, una muchedumbre de sans-culottes volvió a asaltar el palacio de las Tullerías y luchó contra la guardia suiza. El rey fue arrestado y encerrado en la torre del Temple. Se creó un Consejo Ejecutivo provisional con Dantón encargado de la justicia, y se puso en marcha el Comité de Vigilancia para realizar arrestos de traidores. En septiembre, los comuneros parisinos asaltaron prisiones y conventos, matando a miles de presos políticos. El 20 de septiembre de 1792, las tropas francesas frenaron al ejército prusiano en la batalla de Valmy. La Asamblea Nacional Legislativa convocó elecciones por sufragio universal masculino para configurar un nuevo parlamento que recibiría el nombre de la convención nacional, con la que nacería la primera república francesa.