Breve Resumen
El artículo explora cómo sustituir la expresión "lo siento" por alternativas más empoderadoras y positivas, basándose en el ejemplo de Steve Jobs. Se destaca la importancia de la gratitud y el reconocimiento en lugar de la disculpa constante, lo cual puede proyectar inseguridad.
- Cambiar "lo siento" por "gracias" refuerza vínculos positivos y evita la autocompasión.
- Steve Jobs evitaba disculpas para mantener una posición de liderazgo y control.
- La inteligencia emocional implica valorar el esfuerzo de los demás y evitar la desventaja.
[Cambiar "Lo Siento" por "Gracias": Una Lección de Inteligencia Emocional]
El artículo comienza señalando que, aunque "lo siento" es una muestra de empatía, a menudo se usa en exceso para evitar conflictos. Se menciona que Aaron Lazare, antiguo rector de la Universidad de Massachusetts, destaca que una disculpa efectiva implica un intercambio y negociación entre las partes. El cofundador de Apple, Steve Jobs, demostró que la resolución de conflictos puede tomar diferentes direcciones.
[El Poder de la Gratitud]
Se explica que las personas con alta inteligencia emocional tienden a sustituir "lo siento" por "gracias". Esta palabra expresa gratitud y coloca a las partes en una posición diferente, evitando que el "ofensor" se sienta culpable. Al agradecer, se refuerza el vínculo positivo y se valora la postura del otro. Shadé Zahrai, científica del comportamiento de Harvard, indica que el lenguaje de agradecimiento deja una marca más positiva que las disculpas innecesarias, que pueden proyectar inseguridad.
[La Trampa de la Disculpa Superflua]
Alison Wood, de la Universidad de Harvard, estudió cómo las emociones afectan la comunicación y descubrió el fenómeno de la "Disculpa Superflua". Pedir disculpas por problemas que no se pueden controlar reduce la confianza, haciendo que la persona parezca menos competente. Este cambio de guion puede colocar a la persona en una posición privilegiada, como demostró Steve Jobs.
[La Fórmula de Steve Jobs]
Steve Jobs evitaba pedir perdón para no mostrar sumisión y favorecer situaciones a su favor. En 1997, cuando Apple necesitaba la ayuda de Bill Gates, Jobs agradeció a Bill y a su equipo en lugar de disculparse por la situación. Durante el "Antennagate" del iPhone 4, en lugar de disculparse por la pérdida de cobertura, Jobs defendió a sus usuarios y el esfuerzo de su equipo.
[Ejemplos de Inteligencia Emocional]
En la Keynote de 2010, cuando un fallo de Wi-Fi interrumpió la presentación, Jobs pidió a los asistentes que apagaran sus portátiles en lugar de disculparse. Estos ejemplos demuestran cómo evitar disculpas puede valorar el apoyo de los fans, destacar el trabajo del equipo y evitar una posición de desventaja. Aunque un poco de humildad no le habría venido mal, la figura de liderazgo de Steve Jobs se forjó en parte gracias a estas técnicas.
