Breve Resumen
El autor reflexiona sobre el concepto de vocación docente, contrastándolo con su propia experiencia y la de otros profesores. Argumenta que la vocación no es un requisito indispensable para ser un buen profesor, sino que la inteligencia, la memoria y la honradez profesional son más importantes. Además, prefiere el aprendizaje a la enseñanza, pero encuentra en la docencia una forma de compartir su pasión por el conocimiento.
- La vocación no es esencial para ser un buen profesor.
- La inteligencia y la honradez profesional son más importantes que la vocación.
- El autor prefiere aprender a enseñar, pero disfruta contagiando su pasión por el conocimiento.
La Vocación Docente [0:02]
El autor comienza cuestionando la idea de la vocación docente, comparándola con la vocación religiosa o de martirio. Menciona que a él le han dicho que no tiene vocación, pero argumenta que estar de acuerdo o no con ciertas políticas educativas no tiene que ver con tener o no vocación. Afirma que lo que le gusta no es enseñar, sino aprender, y que si fuera rico se dedicaría a estudiar toda su vida. Como no lo es, se dedica a trabajar en lo más parecido a lo que le gusta: contagiar a los demás su ilusión por aprender.
La Experiencia Personal y la de Otros Profesores [0:49]
El autor relata que muchos de sus mejores profesores tampoco tenían vocación, sino que eran investigadores que se dedicaban a la docencia por moral profesional y honradez. Destaca que estos profesores eran inteligentes y sabían ponerse en el punto de vista del alumno, lo cual no es cuestión de psicología, sino de memoria: recordar lo que les molestaba de los malos profesores.
Inteligencia vs. Vocación [1:36]
El autor comparte su experiencia como director, donde al hablar con profesores sobre quejas de alumnos, la respuesta no debía ser sobre si el profesor era vocacional o no. Argumenta que un profesor inteligente sin vocación puede ser mejor que un profesor tonto con vocación. Si un profesor tiene vocación, hará su trabajo más a gusto, pero eso no garantiza que sea un buen profesor.