Breve Resumen
Este texto relata la historia de la apostasía de Israel en las orillas del Jordán, donde sucumbieron a la tentación y la idolatría, alejándose de Dios. Se destaca la importancia de mantenerse separado del mundo y de proteger el corazón y la mente de la influencia del pecado. El texto concluye con una advertencia sobre las consecuencias de la transgresión y un llamado a la pureza y la santidad.
- La apostasía de Israel en las orillas del Jordán.
- La importancia de mantenerse separado del mundo.
- La necesidad de proteger el corazón y la mente de la influencia del pecado.
- Las consecuencias de la transgresión.
- Un llamado a la pureza y la santidad.
La Apostasía a Orillas del Jordán [0:11]
Después de conquistar Bazán, los israelitas acamparon en el valle de Sitín, un lugar atractivo pero contaminado por la idolatría y el libertinaje de sus habitantes. La comodidad y la inactividad llevaron a los israelitas a alejarse de Dios, preparándolos para la tentación. Las mujeres madianitas, con la intención de seducirlos para violar la ley de Dios e introducirlos a la idolatría, se infiltraron en el campamento.
La Fiesta en Honor a los Dioses [3:37]
Por consejo de Balam, el rey de Moab organizó una fiesta en honor a sus dioses, atrayendo a los israelitas a participar en festividades paganas. Embriagados y seducidos, los israelitas desecharon su lealtad a Jehová, postrándose ante ídolos y participando en ritos degradantes. La apostasía se extendió por todo el campamento, con líderes y hombres principales violando la ley.
El Castigo Divino [5:39]
Moisés se dio cuenta de la apostasía y la ira de Dios se encendió. Una plaga terrible entró en el campamento, causando la muerte de miles. Dios ordenó la ejecución de los cabecillas de la apostasía, cuyos cuerpos fueron exhibidos para mostrar la severidad del castigo divino. El pueblo, reconociendo su pecado, se humilló ante Dios.
El Acto de Fines [6:42]
Mientras la plaga continuaba, un príncipe de Israel, Zimri, llevó a una princesa madianita a su tienda, desafiando la venganza de Dios. Fines, hijo del sumo sacerdote Eleazar, mató a Zimri y a la mujer, deteniendo la plaga. Fines fue honrado y el sacerdocio le fue confiado a él y a su casa para siempre.
La Venganza sobre Madián [8:23]
Los juicios que cayeron sobre Israel destruyeron a los sobrevivientes de la vasta compañía que merecía morir en el desierto. Dios ordenó la venganza sobre los madianitas, quienes habían inducido a Israel a pecar. Se escogieron mil hombres de cada tribu y, bajo la dirección de Fines, pelearon contra Madián, matando a los reyes y a Balaam. Las mujeres capturadas fueron muertas por ser las más culpables.
Lecciones del Pasado [10:16]
Cuando Israel es fiel a los mandamientos de Dios, no hay agüero ni adivinación en su contra. Satanás emplea todo su poder para inducir al pueblo de Dios a pecar, y aquellos que violan la ley se separan de Dios y no pueden subsistir ante sus enemigos. La mujer, alistada en el servicio de Satanás, ha ejercido poder para enredar y destruir almas.
Advertencias para el Presente [13:12]
Mientras nos acercamos al fin del tiempo, Satanás redoblará sus esfuerzos para impedir que los hijos de Dios entren en la Canaán celestial. Él preparará tentaciones para los que ocupan los puestos más elevados, empleando las amistades mundanas, la belleza, el placer, la alegría desmedida, los festines y el vino para tentar a los seres humanos a violar los mandamientos de Dios.
La Degradación y la Sensualidad [14:30]
La sensualidad debilita la mente y degrada el alma, entorpeciendo las facultades morales. El esclavo de las pasiones no puede comprender la obligación sagrada impuesta por la ley de Dios. La bondad, la pureza, la verdad, la reverencia a Dios y el amor por las cosas sagradas se consumen en el fuego de la concupiscencia, y el alma se torna en un desierto negro y desolado.
Separación del Mundo [15:35]
Satanás obtiene su mayor éxito cuando logra inducir a los cristianos a relacionarse con los impíos y participar de sus diversiones. Dios exige que su pueblo se mantenga distinto del mundo en sus costumbres, hábitos y principios. No debemos amar al mundo ni las cosas que están en el mundo, ya que la amistad del mundo es enemistad contra Dios.
Protección Contra la Tentación [16:58]
Debemos separarnos de los pecadores y buscar su compañía solo cuando hay oportunidad de beneficiarlos. Es crucial evitar la compañía de aquellos cuya influencia tiende a alejarnos de Dios. Los israelitas fueron inducidos al pecado cuando se hallaban en una condición de ocio y seguridad aparente, olvidándose de Dios y descuidando la oración.
La Transformación por la Contemplación [18:24]
Por la contemplación somos transformados. Al nutrir pensamientos impuros, el hombre puede educar su mente de tal manera que el pecado que antes odiaba se le vuelva agradable. Satanás emplea todos los medios posibles para popularizar el delito y los vicios envilecedores, familiarizando la mente con el pecado a través de novelas, teatros, periódicos y revistas.
Diversiones Peligrosas [19:27]
Muchas de las diversiones populares en el mundo hoy tienen el mismo fin que las de los paganos. Satanás aprovecha las representaciones dramáticas, la ópera, los bailes y los juegos de naipes para quebrantar los muros de los sanos principios y abrir la puerta a la sensualidad. En toda reunión de placer donde se fomenta el orgullo o se da rienda suelta al apetito, allí está Satanás rodeando las almas con sus cadenas.
Renovación del Corazón [20:25]
El corazón debe ser renovado por la gracia divina, o en vano se buscará pureza en la vida. El que procura desarrollar un carácter noble y virtuoso sin la ayuda de la gracia de Cristo edifica su casa sobre la arena movediza. Debemos pedir a Dios que cree en nosotros un corazón limpio y renueve un espíritu recto dentro de nosotros.
Resistencia a la Tentación [21:23]
Para resistir a la tentación, debemos custodiar cuidadosamente las avenidas del alma, absteniéndonos de leer, ver u oír cuanto sugiera pensamientos impuros. No se debe dejar que la mente se espacie al azar en todos los temas que sugiera el adversario de las almas. Debemos pensar en todo lo verdadero, honesto, justo, puro, amable y de buen nombre.
La Palabra de Dios como Protección [22:34]
La influencia permanente del Espíritu Santo atraerá la mente hacia arriba y la habilitará para pensar solamente en cosas santas y puras. Debemos estudiar diligentemente la palabra de Dios, guardándola en nuestro corazón para no pecar contra él.
Las Consecuencias del Pecado [23:01]
Los pecados que cometió Israel en peor atrajeron los juicios de Dios sobre la nación. Aunque ahora no se castiguen los mismos pecados con idéntica presteza, recibirán su retribución tan seguramente como entonces. Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él.
Advertencia Final [24:32]
Los labios de la mujer extraña destilan miel, pero su final es amargo como el ajenjo. Debemos alejarnos de ella y no acercarnos a la puerta de su casa, no sea que demos nuestro honor a extraños y nuestros años a alguien cruel. Los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios, sino que recibirán su parte en aquel lago de fuego.