Breve Resumen
El video explica qué son las entidades energéticas, cómo se adhieren a las personas y los diferentes tipos de vínculos que pueden formar. También describe los cambios que pueden ocurrir en el anfitrión y las razones por las que una entidad se aferraría a un ser vivo. Además, se presentan métodos para deshacerse de parásitos astrales y proteger el aura mediante la creación de escudos energéticos.
- Las entidades energéticas son energías no nativas que se adhieren al aura y tienen una influencia negativa.
- Existen diferentes tipos de vínculos: seguimiento, opresión, obsesión y posesión.
- Los parásitos astrales pueden manifestarse utilizando el calor o el vapor de agua del cuerpo.
- Se pueden crear escudos energéticos para proteger el aura de entidades parasitarias.
¿Qué son las entidades? [0:01]
Se define como entidad a cualquier tipo de energía que no sea propia del anfitrión, pero que se adhiere a su campo energético (aura) y tiene una influencia negativa. Estas entidades pueden ser astrales inferiores, no humanas o incluso seres sin malas intenciones que desarrollan una obsesión. Una vez adheridas, les resulta difícil escapar por sí mismas, y la mayoría, excepto las malignas, desean partir pero carecen de la capacidad.
Tipos de vínculos entre una entidad y una persona [0:53]
Existen cuatro tipos de vínculos entre una entidad y una persona:
- Seguimiento: La entidad permanece fuera del aura, pero lo suficientemente cerca para afectar al anfitrión, especialmente en estados emocionales vulnerables.
- Opresión: La entidad se fija en el aura y actúa como un parásito, influyendo en el bienestar físico y emocional.
- Obsesión: La entidad ingresa al cuerpo físico, trayendo consigo sus propios sentimientos, ideas y comportamientos, que el anfitrión experimenta como propios sin ser consciente de su origen.
- Posesión: La entidad toma el control total de la personalidad del huésped, de forma temporal o permanente, actuando y hablando a su antojo.
Cambios en el anfitrión y razones del apego [2:16]
Cuando una entidad se une a una persona, pueden ocurrir cambios lentos o repentinos en la apariencia, la voz, la expresión facial, los hábitos alimentarios y los patrones de sueño. También puede haber un aumento de la irritabilidad, la pereza, la apatía y el desinterés general. Estos apegos no son constantes y pueden alternar entre estados como la opresión y la posesión. Las entidades se aferran a los seres vivos debido a una resonancia con sus emociones, pensamientos, traumas o hábitos. A veces, el apego ocurre inesperadamente durante situaciones estresantes que provocan emociones de baja vibración.
Cómo deshacerse de un parásito astral [7:17]
C.W. Leadbeater sugiere que los parásitos astrales pueden manifestarse utilizando el calor del cuerpo de la víctima y disfrutan pegándose a la piel. Se recomienda no realizar estos procedimientos solo y contar con la ayuda de una persona especializada. Arthur Powell aconseja evitar fuentes de calor y recipientes con agua, ya que el parásito astral puede manifestarse utilizando vapor de agua o calor atrapado. Es importante tratar a estos parásitos como insectos y no usar hechizos de protección, ya que esto les daría más energía.
Defensas contra parásitos astrales y escudos energéticos [9:27]
El aura tiene defensas contra los parásitos astrales, como una barrera protectora similar a la piel. Sin embargo, los parásitos pueden encontrar fisuras en el aura y establecer sus nidos, minando las defensas energéticas. Para protegerse, se pueden utilizar escudos energéticos, que son empleados por brujos y hechiceros para defenderse de ataques psíquicos y evitar que entidades parasitarias se adhieran al aura. Las personas sensibles pueden usar inconscientemente estos escudos para protegerse en multitudes.
Creación de un escudo energético [11:13]
Para crear un escudo energético, siéntate o párate con los pies en el suelo y concéntrate con los ojos cerrados. Acumula energía dentro de ti y dirígela hacia la región debajo de tu plexo solar, formando una esfera. Visualiza el exterior de la esfera como algo rígido y flexible. Expande la esfera desde tu pecho, controlando la expansión con tus manos, hasta que crezca lo suficiente como para dirigirse directamente hacia la herida áurica. Este escudo energético requiere reposición periódica de energía, ya que se degrada con el tiempo.