Breve Resumen
Este video explica en detalle la estructura y función del hígado y la vesícula biliar, dos órganos esenciales en el proceso digestivo. Se describe la anatomía del hígado, incluyendo sus lóbulos y la cápsula de Glisson, así como la estructura microscópica de los lobulillos hepáticos y la tríada portal. También se aborda la composición y función de la bilis en la digestión de grasas, la absorción de vitaminas liposolubles y la eliminación de desechos. Finalmente, se discuten las causas y consecuencias de la obstrucción biliar, así como los mecanismos hormonales que regulan el vaciamiento de la vesícula biliar.
- El hígado es la glándula más grande del cuerpo y juega un papel crucial en el metabolismo de nutrientes, la producción de bilis y la síntesis de proteínas plasmáticas.
- La bilis, producida por el hígado y almacenada en la vesícula biliar, es esencial para la emulsión de grasas y la absorción de vitaminas liposolubles.
- La obstrucción de los conductos biliares puede provocar problemas de digestión de grasas, deficiencia de vitaminas liposolubles y alteraciones en el color de las heces.
Anatomía del Hígado
El hígado es la glándula más grande del cuerpo, pesa entre 1.4 y 1.5 kg, y se ubica en el hipocondrio derecho, protegido por la caja torácica. Se apoya sobre el diafragma y se une a él mediante el ligamento falciforme. El hígado se divide en dos lóbulos principales: el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo. Visto desde abajo, el lóbulo derecho se subdivide en el lóbulo cuadrado y el lóbulo caudado. El hilio hepático, ubicado en el lóbulo cuadrado, es el punto de entrada de la vena porta y la arteria hepática, y la salida de los conductos biliares. Todo el hígado está recubierto por una capa de tejido conjuntivo llamada cápsula de Glisson, que le da un aspecto liso y un color marrón rojizo.
Lobulillos Hepáticos y la Cápsula de Glisson
La cápsula de Glisson se interna en el hígado, dividiéndolo en lobulillos hepáticos, separados por tejido conectivo periportal. Cada lobulillo hepático mide varios milímetros de longitud y tiene una vena central o centrolobulillar. Los hepatocitos, las células hepáticas, se disponen en placas radiales alrededor de la vena central. En los vértices de cada hexágono que forma el lobulillo, se encuentra la tríada portal, compuesta por una rama de la vena porta, una rama de la arteria hepática y un conducto biliar.
Sinusoides Hepáticos y Espacio de Disse
La rama de la vena porta forma los sinusoides hepáticos, espacios por donde circula la sangre desde la vena porta hacia la vena central. Las paredes de los sinusoides contienen células de Kupffer, que pertenecen al sistema inmunitario y fagocitan microorganismos o bacterias presentes en la sangre proveniente del estómago y el intestino. Entre los hepatocitos y los sinusoides se encuentra el espacio de Disse, por donde no pueden pasar los eritrocitos, pero sí el plasma sanguíneo. Los hepatocitos captan nutrientes como glucosa y aminoácidos, metabolizándolos y almacenándolos.
Funciones del Hígado
Además de metabolizar nutrientes, el hígado produce jugo biliar, esencial para la digestión. Los conductos hepáticos drenan en conductos biliares de mayor diámetro, que finalmente forman el conducto hepático común. El hígado también produce proteínas importantes para la coagulación sanguínea, transforma hormonas para su eliminación, sintetiza proteínas plasmáticas como la albúmina y la globulina, y produce factores que evitan la coagulación. Diariamente, el hígado produce entre 700 y 1200 ml de jugo biliar.
Vesícula Biliar y Conductos Biliares
El jugo biliar drena a través de los conductos hepáticos derecho e izquierdo, que se unen para formar el conducto hepático común. Este conducto se une al conducto cístico de la vesícula biliar, formando el conducto colédoco. En periodos interdigestivos, el jugo biliar se almacena en la vesícula biliar, que tiene un fondo, cuerpo y cuello. La vesícula biliar absorbe agua y iones, concentrando el jugo biliar entre 5 y 20 veces, permitiendo almacenar entre 30 y 60 ml.
Composición del Jugo Biliar
El jugo biliar contiene minerales, grasas neutras, colesterol, sales biliares (o ácidos biliares), pigmentos biliares (bilirrubina y biliverdina) y fosfolípidos (lecitina). Muchos de estos componentes son sustancias de desecho que se eliminan a través del jugo biliar. Los pigmentos biliares dan color a la materia fecal. Las sales biliares y los fosfolípidos son importantes para la emulsión de grasas, facilitando su digestión y absorción.
Emulsión de Grasas y Absorción de Vitaminas
Las sales biliares y la lecitina emulsionan las grasas, fragmentándolas en gotas pequeñas que evitan que se vuelvan a unir. Esto permite que la lipasa pancreática hidrolice los triglicéridos en ácidos grasos y monoglicéridos. Estos componentes, junto con el colesterol y las vitaminas liposolubles (A, D, E y K), se incorporan a las micelas, que son absorbidas por los enterocitos del intestino. Sin la emulsión de grasas, no se absorben las vitaminas liposolubles ni el colesterol, lo cual es crucial para la producción de hormonas esteroides y la coagulación sanguínea (vitamina K).
Obstrucción Biliar y sus Consecuencias
La obstrucción de los conductos biliares, generalmente causada por cálculos biliares, impide la secreción de jugo biliar al intestino. Esto provoca mala digestión de grasas, eliminación de grasas en las heces (esteatorrea), heces de color blanco grisáceo (por falta de pigmentos biliares) e ictericia (coloración amarillenta de la piel). Los cálculos biliares están relacionados con la obesidad y están compuestos principalmente por colesterol, carbonato de calcio y sales biliares.
Regulación Hormonal del Vaciamiento de la Vesícula Biliar
El vaciamiento de la vesícula biliar está regulado por dos hormonas producidas por los enterocitos del duodeno: la secretina y la colecistoquinina (CCK). La secretina se libera cuando el quimo es muy ácido, provocando la contracción de la vesícula y la liberación de jugo biliar diluido. La CCK se libera cuando el quimo es rico en grasas y proteínas, causando la contracción de la vesícula biliar y la relajación del esfínter de Oddi, permitiendo el paso del jugo biliar concentrado al duodeno.