Resumen Breve
El video explora la logoterapia de Viktor Frankl, una corriente de la psicología humanista que enfatiza la búsqueda de sentido como la principal motivación humana. Frankl, sobreviviente de campos de concentración nazis, desarrolló esta terapia basada en su experiencia y observaciones. La logoterapia se distingue del psicoanálisis y el conductismo al enfocarse en el futuro y en la capacidad del individuo para encontrar un propósito, incluso en el sufrimiento.
- La logoterapia se centra en la búsqueda del sentido de la vida como la principal motivación humana.
- Frankl propone que el sentido de la vida es único para cada persona y se descubre, no se inventa.
- La logoterapia ofrece técnicas como la intención paradójica para superar la hiperintención y el vacío existencial.
Introducción a la Psicología Humanista y Viktor Frankl
La psicología humanista surge como una respuesta a las corrientes deterministas y reduccionistas del conductismo y el psicoanálisis, buscando comprender al ser humano como un todo integrado. Esta corriente considera la existencia humana como única e individual, adoptando una postura que permite comprender procesos psicológicos que eran poco explorados. La revolución del pensamiento humanista se basa en eventos sociales y culturales, incorporando conceptos de la fenomenología y el existencialismo.
Biografía de Viktor Frankl
Viktor Frankl nació en Viena en 1905 y sobrevivió a cuatro campos de concentración nazis. Desde joven mostró interés por la medicina y las ciencias naturales, manteniendo una postura crítica frente a las visiones reduccionistas de la época. Su búsqueda de sentido comenzó antes de su experiencia en el Holocausto. A los 16 años, Frankl dio su primera conferencia sobre el sentido de la vida, convencido de la singularidad del espíritu humano. Frankl mantuvo correspondencia con Sigmund Freud y participó en lecciones de psicoanálisis, pero se sintió más atraído por autores existencialistas como Heidegger. Se acercó a Adler, valorando su enfoque en las preguntas existenciales, aunque tuvo controversias con él. Finalmente, Frankl fue expulsado de la asociación de psicología individual y se graduó en medicina, especializándose en neurología y psiquiatría.
La Psicología de Viktor Frankl
Viktor Frankl se interesó por los pacientes que llegaban a él con sentimientos de vacío y falta de sentido en la vida. Frankl plantea que la terapia debe ser una instancia en la cual el terapeuta no debe interpretar esas lamentaciones como síntoma morboso, como una mera neurosis de noqueo sexual o atribuirle sentimientos de inferioridad. Frankl concluyó que la terapia debía abordar el sentido de la vida como un problema humano fundamental.
El Sentido como Motor para Sobrevivir
En su consulta, Frankl solía preguntar a sus pacientes por qué no se habían suicidado, buscando identificar aquello que daba valor a sus vidas. Basado en su experiencia en los campos de concentración, Frankl concluyó que el sentido de la vida es esencial para la supervivencia, incluso en las peores condiciones. Citando a Nietzsche, Frankl afirma que "quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo". Frankl crea la logoterapia, una escuela de psicología que busca descubrir el sentido de la existencia humana, un sentido personal y específico para cada individuo. A diferencia de Sartre, Frankl cree que el sentido se descubre, no se inventa.
La Logoterapia
La logoterapia, cuyo nombre deriva de la palabra griega "logos" (sentido), se centra en la búsqueda del sentido de la existencia humana. Este sentido es personal y específico para cada individuo, y su descubrimiento es un deber individual. A diferencia de Jean-Paul Sartre, Frankl argumenta que el sentido de la vida se descubre, no se inventa. Frankl reconoce que no podemos controlar todo lo que nos sucede, pero sí podemos modificar nuestra actitud ante situaciones inevitables. El sentido de la vida es incondicional e incluye el sentido del posible sufrimiento. Frankl identifica tres modos de descubrir el sentido de la vida: realizando una acción, a través de un principio o valor (amar a alguien o algo), y mediante el sufrimiento.
Aportes de Viktor Frankl a la Psicología
Frankl ofrece varios aportes significativos a la psicología, incluyendo una visión no determinista de la naturaleza humana. En contraste con el psicoanálisis y el conductismo, que ven al ser humano como pasivo y determinado por fuerzas internas o externas, la logoterapia apela a la capacidad de decidir del individuo. Frankl se distancia del conductismo al afirmar que el ser humano es más que un simple ordenador, y del psicoanálisis al enfatizar la capacidad de elegir y no ser un mero resultado del pasado. La logoterapia se orienta hacia el futuro, buscando que las personas encuentren un sentido para sus vidas y actúen en consecuencia.
Voluntad del Sentido
Frankl argumenta que la principal fuerza motivante del ser humano es la "voluntad de sentido", es decir, actuar en pro de aquello que da sentido a la propia vida. A diferencia del psicoanálisis, que considera la voluntad de placer como la principal fuerza motivante, Frankl sostiene que los seres humanos necesitan satisfacer su necesidad de sentido y están dispuestos a sufrir por ello. El interés principal del hombre no es evitar el dolor, sino encontrar sentido a la vida, incluso si eso implica sufrimiento.
Una Moral Más Humanizada
Frankl ofrece una perspectiva humanizada de la moral, argumentando que los principios morales no impulsan al hombre, sino que le muestran un camino. El hombre decide actuar moralmente motivado por una causa o persona que ama, no para tranquilizar su conciencia. Frankl cree que el amor por los demás y el compromiso genuino con una causa son los motores de las acciones morales, superando la visión psicoanalítica de un superyó castigador.
Nueva Perspectiva de la Autorrealización
Frankl considera que la autorrealización no debe ser la meta principal de la vida, ya que cuanto más se busca, más se escapa debido a la "hiperintencionalidad". En cambio, cuando una persona se compromete con el sentido de la vida, se autorrealiza de manera espontánea. La felicidad surge como un subproducto de encontrar y vivir según un propósito.
El Vacío Existencial
Frankl considera que la frustración del sentido no es una enfermedad mental, sino una angustia espiritual. El terapeuta debe acompañar al paciente durante esta crisis existencial para que pueda encontrar su sentido. La logoterapia atiende las necesidades espirituales de la existencia, algo que el psicoanálisis y el conductismo no habían abordado. Frankl ilustra esto con el caso de una persona descontenta con su trabajo, cuya infelicidad no se debía a un conflicto inconsciente, sino a una frustración existencial por no poder trabajar en lo que le daba sentido.
Biodinámica
Frankl argumenta que cierta tensión entre lo que se es y lo que se debería ser es saludable. No siempre debe existir un espacio mental vacío, ya que es en ese vacío donde podemos desafiar a las personas para que puedan cumplir su sentido potencial. Lo que el hombre necesita no es vivir sin tensiones, sino esforzarse por una meta que valga la pena. A esta tensión necesaria la llama "biodinámica". Los terapeutas no deben tener miedo de aumentar la tensión y orientar a sus pacientes hacia el sentido de sus vidas.
Neurosis y Logoterapia
El vacío existencial puede llevar a muchos suicidios y se da en personas que no saben qué hacer con su tiempo libre. Frankl explica la neurosis como una sintomatología que ataca a personas con una existencia vacía, que intentan llenar ese vacío con dinero, satisfacción sexual u otras distracciones. La logoterapia destaca la capacidad del hombre de hacerse responsable de lo que la vida le demanda, y el terapeuta no realiza juicios de valor ni impone su propio juicio, sino que utiliza los elementos y valores del paciente en la terapia.
Utilidad de la Logoterapia Aplicada a Otra Rama de la Psicología
Frankl menciona que toda terapia debe ser, al menos en un grado mínimo, logoterapia. Esto significa que cada terapeuta, independientemente de su área, debería considerar y aportar al sentido de la vida de sus pacientes. Por ejemplo, en el caso de un drogadicto, el esfuerzo por superar su adicción debe acompañarse con la ayuda para que pueda descubrir su propio sentido de la vida, lo cual podría reducir la posibilidad de recaer.
Técnicas Logoterapéuticas
Frankl aporta técnicas para usar en el proceso terapéutico, como "vivir como si el presente fuera pasado", que invita a enfrentar la finitud de la vida viviendo como si se tuviera la posibilidad de modificar lo que se hizo mal. Otra técnica es la "intención paradójica", que consiste en invitar al paciente a hacer exactamente lo que no desea para contrarrestar la "hiperintención" (la intención excesiva de lograr un objetivo). Por ejemplo, a quien suda mucho se le recomienda pensar intencionalmente en sudar lo más posible, y a quien no puede dormir se le receta esforzarse por mantenerse despierto. La intención paradójica ha sido utilizada tanto dentro como fuera de la logoterapia, considerándose un aporte valioso a la psicología.