Breve Resumen
El video explora la tradición de los olores asociados a fenómenos paranormales, desde fantasmas y espíritus hasta ángeles y demonios. Se discuten los olores como medios de comunicación de entidades, sus significados emocionales y contextuales, y cómo diferentes fragancias se asocian con seres benéficos o maléficos.
- Los olores pueden ser utilizados por los difuntos para comunicar su presencia a los seres queridos.
- Ángeles y demonios utilizan olores para transmitir mensajes emocionales y contextuales.
- Diferentes fragancias se asocian con seres benéficos (flores, incienso) o maléficos (azufre, putrefacción).
Olores Fantasmales [0:01]
Los fenómenos paranormales a menudo incluyen olores asociados a fantasmas y espíritus, utilizados para comunicar mensajes a los seres queridos. Los olores florales, como lilas y rosas, se asocian con apariciones benéficas, mientras que los olores a humedad y putrefacción indican presencias negativas. Estos "olores de conexión" se vinculan directamente con la persona fallecida, como el olor a café o un perfume específico, y son significativos cuando no hay explicaciones lógicas. Los espíritus humanos emiten un olor similar al humo, tenue o fuerte según su poder de manifestación.
Espíritus Famosos y Aromas [1:51]
Algunos fantasmas son conocidos por emitir fragancias florales. Dolley Madison, esposa del cuarto presidente de los Estados Unidos, emite un fuerte olor a lilas en Madison House. La Dama del Jazmín, un fantasma de una mujer asesinada en el hotel Mineral Springs, siempre está precedida por el olor a jazmines, el perfume que usaba para comunicarse con su amante mientras estaba casada. Los olores de los espíritus suelen ser súbitos y breves, apareciendo y desapareciendo rápidamente en lugares específicos.
Olores de Entidades No Humanas [3:11]
Los espíritus no humanos del plano astral desprenden un fuerte olor a putrefacción o vegetales en descomposición, estos últimos relacionados con fenómenos poltergeist. Los ángeles, especialmente los ángeles guardianes, emiten olores distintivos para transmitir mensajes emocionales a los humanos. Estos mensajes no son traducibles en palabras, sino que evocan emociones y recuerdos específicos. El cerebro procesa los aromas en la misma área donde se procesan los pensamientos intuitivos y los sentimientos, haciendo de las fragancias detonadores de emociones y recuerdos.
Olores Angelicales [4:22]
Los ángeles utilizan un código basado en fragancias para comunicarse con los humanos, siendo el aroma a rosas el más común. Aaron Lage explica que las rosas poseen una alta energía y vibración, lo que las convierte en el vehículo primario de comunicación para seres de elevada vibración. Oler a rosas puede significar valor, coraje y aliento para enfrentar situaciones difíciles. Los ángeles también pueden enviar fragancias que recuerden a personas o momentos agradables o no, para que se examinen en relación con la situación actual.
Mensajes Angelicales a Través de Olores [5:50]
Los olores enviados por los ángeles pueden recordar a personas, lugares especiales (como el hogar o el mar) o incluso comidas, detonando sensaciones y ayudando a trabajar sobre asuntos inconclusos. John Dee, estudioso del idioma enoquiano, afirma que cada fragancia emitida por los ángeles tiene un significado propio, aunque con rasgos en común: el incienso significa iluminación espiritual, las rosas valor y coraje, la lavanda pureza y la canela paz.
Olores Demoníacos [7:01]
Los demonios son grandes emisores de olores desagradables, siendo el olor la mejor manera de identificar su presencia. Los exorcistas medievales rastreaban a los demonios por su olor. Los íncubos y súcubos emiten un vapor afrodisíaco que despierta la pasión, transformándose luego en un fétido olor a sudor. Las brujas emiten un olor a aguas pútridas para enmascarar el olor a azufre impregnado durante los sabbats. La presencia demoníaca huele a azufre, un hedor tan fuerte que quema las fosas nasales.
Olores de Vampiros y No Muertos [8:20]
Michael Ram afirma que los vampiros y no muertos emiten un edor singular que se impregna en los lugares que frecuentan durante la noche.