Resumen Breve
El video explora la historia del centurión romano que le pide a Jesús que cure a su "país", un término que algunos estudiosos interpretan como su amante. Se analiza el contexto histórico de los soldados en Palestina, la relación de Jesús con ellos y la posible interpretación de la palabra "país" como una relación homosexual aceptada por Jesús. El video destaca la aceptación y el respeto de Jesús hacia el centurión y su amante, sin juzgar su relación.
- Jesús alaba la fe de un soldado romano que pide la curación de su amante.
- Se analiza el término "país" y su posible interpretación como una relación homosexual.
- Jesús no condena la relación, sino que la acepta y cura al amante del centurión.
Jesús y el Centurión: Contexto Histórico [0:06]
El video comienza explicando que, según varios expertos bíblicos, Jesús alabó a un soldado gay como modelo de fe y sanó a su amante. Se menciona a Longinos, el centurión de la crucifixión, cuya fiesta se celebra el 15 de marzo. Los evangelios de Mateo y Lucas narran cómo un centurión le pidió a Jesús que sanara a un joven, referido en griego como "país", un término que podía usarse para la pareja más joven en una relación del mismo sexo. Aunque tradicionalmente se traduce como "muchacho", "siervo" o "esclavo", algunos estudiosos bíblicos progresistas creen que el centurión tenía una relación homosexual con este esclavo, a quien amaba profundamente.
Soldados en Palestina en Tiempos de Jesús [1:04]
En tiempos de Jesús, había dos tipos principales de soldados en Palestina: los del ejército romano, bajo el mando de Poncio Pilato, y los del tetrarca Herodes Antipas, que gobernaba Galilea bajo tutela romana. El prefecto romano contaba con unos 3000 soldados de infantería y algunos cientos de caballería, acuartelados principalmente en Cesarea. No era común verlos en las calles, ni siquiera en Jerusalén, donde gobernaba el sumo sacerdote. En tiempos de crisis, el prefecto romano se instalaba en la fortaleza Antonia junto al templo. Herodes Antipas, por su parte, tenía sus propios soldados, organizados como los romanos, para proteger las fronteras y mantener el orden en su territorio.
La Actitud de Jesús Hacia los Soldados [3:34]
El video explica que es importante entender el contexto de la relación de Jesús y sus seguidores con los soldados. Jesús insta a sus seguidores a superar la actitud de "ojo por ojo" y a no resistirse al mal, ofreciendo la otra mejilla y llevando la carga por una milla extra. Esto se refiere al servicio obligatorio que los soldados podían imponer a los súbditos judíos. En lugar de promover la insurrección, Jesús pide responder amistosamente a la violencia de los soldados, venciendo la perversión con un gesto bueno. Jesús no condena a los soldados, sino que busca enriquecerlos con la gracia del Padre.
El Centurión y su Amante Enfermo [4:57]
El video se centra en la relación de Jesús con el centurión que tiene un amante enfermo y le pide que lo cure. La tradición ha elaborado esta escena en el contexto de la apertura eclesial a los paganos. Jesús no sataniza a los soldados ni los combate con armas, sino que descubre en ellos un tipo de fe que se expresa en la curación del amigo enfermo. El centurión se acerca a Jesús y le dice que su "país" está paralítico y gravemente afligido. Jesús se ofrece a curarlo, pero el centurión dice que no es digno de que entre en su casa, sino que basta con su palabra. Jesús se maravilla de su fe y cura a su amante en ese mismo instante.
Análisis del Término "País" [6:37]
El video profundiza en la identidad del "país" del centurión, un término que puede significar "siervo", "hijo" o "amante". El texto paralelo de Juan evita el escándalo y lo presenta como un hijo, mientras que Lucas lo describe como un simple criado. Sin embargo, el video argumenta que la traducción más obvia de "país" en este contexto militar es la de un criado amante, presumiblemente más joven, que servía como asistente y pareja sexual del oficial. Aunque podría ser un hijo o un simple criado, lo más sencillo y normal es que haya sido un amante homosexual.
La Aceptación de Jesús [9:18]
El video concluye que Jesús no era un moralista, sino un mesías capaz de comprender el amor y la debilidad de los hombres, incluso si se trataba de amor homosexual. Jesús escucha al soldado que le pide por su amante y se dispone a ir a su casa para ayudarle. Sin embargo, el oficial no quiere que se arriesgue y le suplica que no vaya, bastándole con su palabra. Jesús respeta las razones del oficial, acepta su fe y le ofrece su palabra, curando al siervo amigo homosexual y presentando al centurión como signo de fe y salvación, sin exigirles que rompan su amor, sino que lo vivan en fe y amor de reino.
