Breve Resumen
El video explora la influencia de la iglesia en la Nueva España, incluyendo el patronato real y su impacto en la educación y la cultura. También examina el papel de la Inquisición y las rebeliones sociales lideradas por indígenas, esclavos y criollos. Finalmente, destaca el legado virreinal en la arquitectura, el arte, la literatura y la gastronomía, mostrando cómo las costumbres y las instituciones de la época siguen presentes en México.
- La iglesia novohispana y su papel en la sociedad.
- Las rebeliones y el descontento social durante el virreinato.
- El legado cultural y arquitectónico de la época virreinal.
La Iglesia Novohispana
Durante el virreinato, la iglesia tuvo una gran importancia debido al patronato real, un privilegio otorgado por el Papa a los reyes españoles que les permitía controlar los asuntos administrativos de la iglesia católica. Los obispos a menudo eran altos funcionarios de la corona, incluso llegando a ser virreyes. La iglesia desempeñó un papel crucial en la educación y la cultura, fundando escuelas, seminarios, universidades, hospitales y orfanatos. El culto a la Virgen de Guadalupe se convirtió en un símbolo de identidad novohispana, y las procesiones eran eventos sociales importantes.
El Tribunal del Santo Oficio
En 1571, se estableció el Tribunal del Santo Oficio, también conocido como la Santa Inquisición, con el propósito de castigar y juzgar a aquellos que se desviaban de la fe católica. Los juicios de la Inquisición se centraban en actividades consideradas como hechicería. Aunque algunos delitos religiosos se castigaban con la pena de muerte, el uso de ciertas plantas, hechizos o encantamientos no se consideraba tan grave. En la Nueva España, la Inquisición prohibió prácticas como el baile chuchumbé y el uso de vestidos con colores considerados diabólicos, como el amarillo, negro y rojo, así como listones con forma de cruces en los zapatos.
Motines, Rebeliones y Descontento Social
Durante el virreinato, hubo varias rebeliones organizadas por indígenas, esclavos africanos y criollos. La primera rebelión de esclavos africanos ocurrió en la Ciudad de México en 1546. En el siglo XVII, los esclavos sublevados, liderados por Yanga, lograron establecerse libremente en el poblado de San Lorenzo de los Negros. También hubo importantes rebeliones de indígenas como los acaxees, tepehuanes, conchos, tobosos y tarahumaras. En la península de Yucatán, las rebeliones mayas, como la encabezada por Jacinto Canek, buscaban restablecer la cultura maya. Además, Martín Cortés, hijo de Hernán Cortés, lideró una rebelión debido a la decisión de la corona española de no permitir que los hijos de los conquistadores heredaran los bienes de sus padres. En 1692, la escasez de maíz en la Ciudad de México provocó una protesta de los más pobres, quienes exigieron al gobierno que les proporcionara alimentos. En la segunda mitad del siglo XVIII, la expulsión de los jesuitas generó una serie de protestas en el territorio novohispano. Los esclavos podían obtener su libertad comprando la, pagando a su amo el dinero que éste había invertido.
Legado de la Época Virreinal
El legado de la época virreinal incluye costumbres, actividades, objetos, ideas y creencias que se transmiten de una generación a otra. Los españoles introdujeron la técnica árabe de la cerámica, que prosperó en Puebla con la talavera. El ayuntamiento, una institución que existe en todas las ciudades (excepto la Ciudad de México), proviene de este período. La estructura y traza de ciudades como Saltillo, Oaxaca y Puebla siguen el modelo de las ciudades europeas. La arquitectura de conventos, templos y edificios civiles de la época, decorados al estilo barroco mexicano, es otro ejemplo del legado virreinal. El barroco también se manifestó en la pintura, la escultura, la música y la literatura, con figuras destacadas como Sor Juana Inés de la Cruz, Carlos de Sigüenza y Góngora, Manuel de Sumaya, José de Torres, Miguel Cabrera y Juan Correa. La influencia virreinal también se aprecia en la comida, como el mole, que se elabora con productos de Europa, Asia y varias regiones de México. El estilo barroco se caracteriza por estar sobrecargado de adornos, colores llamativos y la combinación de fuertes luces y sombras.