Breve Resumen
El video analiza el conflicto cristero en México (1926-1929), examinando sus causas, desarrollo y consecuencias. Se destaca la importancia de la religión como motor de conflicto, el papel de la Constitución de 1917 y la Ley Calles, la participación de diversos sectores sociales (clero, campesinos, obreros), y las etapas del conflicto hasta su resolución negociada, aunque con incumplimientos posteriores.
- La religión como motor de conflicto y elemento clave en la asimilación territorial.
- El conflicto cristero como choque entre conservadores y liberales, exacerbado por la Constitución de 1917 y la Ley Calles.
- La participación de campesinos y obreros, impulsados tanto por motivos religiosos como por el incumplimiento de las promesas de la revolución.
- Las etapas del conflicto, desde su inicio hasta la negociación y el posterior incumplimiento de los acuerdos.
Introducción: La Religión y el Conflicto en México [0:00]
A lo largo de la historia, la religión ha sido un poderoso motor de guerra y un elemento clave en la asimilación territorial de imperios. Sin embargo, en México, durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, se olvidó la importancia de respetar los sistemas de creencias, lo que provocó el último gran conflicto bélico entre conservadores y liberales. El video se basa en el libro "Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929" de Alicia Olivera Sedano, que incluye investigación de archivo y entrevistas a participantes del conflicto.
Antecedentes Ideológicos y Religiosos [1:30]
El conflicto tiene raíces en la pugna ideológica entre conservadores (clero, ricos, caudillos) que favorecían un gobierno monárquico y una relación con Europa, y liberales (sectores pobres, mayoría de la población) que buscaban una república y una relación con Estados Unidos. La sociedad mexicana, aunque adaptándose a los cambios políticos, mantuvo un fuerte fanatismo religioso. La religión ha sido fundamental en los procesos del territorio, desde la conquista hasta la reconciliación postindependentista.
El Catolicismo Social y la Constitución de 1917 [3:39]
La Iglesia Católica se adaptó a la sociedad tras perder su hegemonía, manteniéndose como parte fundamental de la vida del individuo. En 1895, el Papa León XIII lanzó la encíclica Rerum Novarum, que dio origen al catolicismo social, buscando empatar la postura de la Iglesia con la izquierda. En México, Trinidad Sánchez Santos impulsó actividades católicosociales, culminando en el primer Congreso Católico Nacional. Tras la eliminación de Madero, los dirigentes católicos colaboraron con Huerta, lo que causó la ira de los revolucionarios acaudillados por Carranza sobre los católicos y el clero, influyendo en la redacción de la Constitución de 1917, que los católicos consideraron un ataque a la libertad religiosa.
La Liga Nacional de Defensa Religiosa y el Inicio del Conflicto Armado [6:49]
Los católicos, organizados principalmente en Jalisco, se opusieron a la Constitución y lograron su revocación inicial. Se creó la ACJM (Asociación Católica de Juventudes Mexicanas), y tras la muerte de Carranza, otro partido político. Con Calles en el poder, se implementó un régimen socialista que restringió las actividades de la iglesia, lo que llevó a muchos católicos a rebelarse. Se creó la Liga Nacional de Defensa de la Libertad Religiosa, que organizó un boicot general y buscaba la reforma de la Constitución. Ante el recrudecimiento de las acciones de Calles con la "ley Calles", la Liga creó un comité de guerra para dirigir la lucha armada.
Desarrollo y Etapas del Conflicto Cristero [10:31]
Los motivos del levantamiento cristero fueron la inconformidad con la Constitución de 1917 y la Ley Calles, los abusos del gobierno contra los católicos, la inconformidad rural por la falta de aplicación de la reforma agraria y la creencia de que la religión estaba siendo atacada. Los estados con mayor actividad cristera fueron Jalisco, Colima, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas. El conflicto se divide en tres etapas: iniciación (1926-1927), reorganización y culminación (1927-1929), y decadencia y desintegración (1929).
Reorganización y Culminación del Movimiento Cristero [14:00]
La segunda etapa se caracterizó por el nombramiento del general Gorostieta como jefe del ejército libertador, lo que significó un gran repunte del movimiento gracias a su formación militar. Sin embargo, las fuerzas cristeras no tenían la capacidad numérica para mantener las plazas ganadas, y el clero inició contactos secretos con el gobierno para buscar una solución pacífica. En 1928, el movimiento adoptó la Constitución de 1857 sin las leyes de reforma. Los cristeros desconocieron los poderes públicos y aspiraban a establecer otros de acuerdo con la doctrina católico social.
Composición Social y Actitudes Durante el Conflicto [15:36]
A medida que avanzó la revolución armada, los grupos cristeros se integraron mayoritariamente por población rural, campesinos y pequeños propietarios. Se postula la hipótesis de que, además del factor religioso, un grave malestar por la falta de aplicación de la reforma agraria impulsó a este contingente rural a la lucha. Las autoridades eclesiásticas suspendieron los cultos en 1926. En el resto de los católicos militantes se distinguen dos sectores: los miembros de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa y los cristeros que luchaban con las armas.
El Asesinato de Obregón y el Inicio de las Negociaciones [19:26]
En la segunda etapa, el homicidio del general Obregón tuvo serias consecuencias en la vida política del país y propició un cambio de actitud en las autoridades hacia la posibilidad de acabar con los rebeldes cristeros. El nuevo presidente interino, Emilio Portes Gil, aceptó entrar en trato con las autoridades episcopales para obtener la pacificación de los grupos rebeldes. La campaña presidencial de José Vasconcelos y la rebelión escobarista dieron nuevas esperanzas al movimiento cristero, pero ambas fracasaron.
Decadencia, Desintegración y el Fin del Conflicto [22:30]
En mayo de 1929, las noticias de un posible acuerdo entre el Comité Episcopal y el gobierno alarmaron a los cristeros y a la liga. El general Gorostieta protestó por la actitud de los prelados. La muerte del general Gorostieta dio el golpe de muerte a la rebelión. Se firmaron los arreglos definitivos entre la Iglesia y el Estado el 21 de junio de 1929, sin carácter oficial. Portes Gil prometió verbalmente que la ley se aplicaría sin tendencias sectarias y concedió amnistía a los cristeros.
Conclusiones [25:10]
El movimiento cristero nunca tuvo una oportunidad real de vencer al gobierno. Se sostuvo por la causa religiosa y la lucha de clases. El clero pactó con el gobierno, sabiendo que sería una condena para muchos líderes cristeros. Portes Gil no cumplió su palabra respecto al indulto de sus enemigos. La guerra cristera fue más grande y problemática para el gobierno de lo que se ha difundido. Los arreglos establecieron un modus vivendi que ha permitido subsistir a la iglesia de forma tranquila y segura.
