Breve Resumen
El video relata la historia de Jonathan Reed, quien en 1996 afirmó haber tenido un encuentro con un ser extraterrestre, matarlo en defensa propia y recuperar un artefacto alienígena. Sus afirmaciones lo catapultaron a la fama dentro de la comunidad ufológica, pero posteriormente fue desenmascarado como un fraude. El video destaca cómo Reed engañó a muchas personas que buscaban una verdad espiritual y cómo este tipo de engaños perjudican a quienes han experimentado fenómenos auténticos.
- Jonathan Reed afirmó haber matado a un extraterrestre y recuperado un brazalete alienígena.
- Investigaciones revelaron que Reed era un impostor y su historia, un montaje.
- El caso subraya la importancia del escepticismo y la verificación en la ufología.
Encuentro en el Bosque y el Relato de Jonathan Reed [0:12]
En octubre de 1996, Jonathan Reed, quien se presentaba como psicólogo, relató que mientras paseaba a su perro Suz en un bosque cerca de Snowwalm Pass, Washington, el perro fue atacado por un ser humanoide de piel gris y ojos grandes. Reed afirmó haber golpeado al alienígena con un tronco hasta dejarlo inconsciente. Luego, según su testimonio, un vórtice de energía absorbió a su perro.
El Cuerpo del Alienígena y el Brazalete [2:12]
Reed afirmó haber llevado el cuerpo del alienígena a su casa, donde lo congeló y grabó en video. Mostró imágenes en VHS de un ser pequeño e inconsciente con el cráneo abierto y temblores. Además, aseguró haber recuperado un brazalete negro que permitía la invisibilidad y la teletransportación. Estas afirmaciones se difundieron rápidamente en foros y programas de radio, especialmente en Coast to Coast con Art Bell.
Persecución y Fama [2:51]
Jonathan Reed relató que, tras el incidente, fue perseguido por una agencia secreta, su casa fue destruida y perdió a amigos y familiares por contar la verdad. Se presentó como un mártir del fenómeno OVNI, ganando muchos seguidores. Durante años, participó en congresos en Estados Unidos, México y España. El video que mostró se volvió viral, mostrando un ser tembloroso en una camilla cubierto con una sábana térmica, junto con fotos del brazalete, escaneos cerebrales y análisis de supuestas frecuencias emitidas por el mismo.
Desenmascaramiento del Fraude [4:05]
En el año 2000, investigadores descubrieron que Jonathan Reed no era doctor ni psicólogo colegiado, y que su verdadero nombre era John Ruter. Expertos en efectos especiales analizaron el video y encontraron que el ser no parpadeaba ni reaccionaba, los temblores parecían mecánicos y la iluminación no coincidía con una escena real. Mario Chavarría, creador de efectos especiales, afirmó que el alienígena se comportaba como un muñeco animatrónico de bajo presupuesto.
El Brazalete y la Confesión [5:10]
El brazalete negro resultó ser un montaje artesanal con materiales comerciales. No emitía frecuencias ni tenía tecnología anómala, siendo simplemente un accesorio decorativo. Un excolaborador de Reed reveló que todo fue un plan publicitario para hacerse famoso en el mundo ufológico. En una conferencia en Madrid en 2001, Reed fue confrontado por asistentes que encontraron contradicciones en sus relatos.
Conclusión y Reflexión [6:26]
El caso de Jonathan Reed, que comenzó como una historia fascinante, terminó siendo un fraude. Lo más triste fue el engaño a personas que buscaban una verdad espiritual y el tiempo dedicado a esta farsa por medios y congresos internacionales. El caso recuerda la importancia de la verificación y el escepticismo, y cómo algunos individuos se aprovechan del misterio para lucrarse.